Si le quitamos el queso, podría ser una receta vegana. Pero me gusta demasiado, así que esta es mi versión. La verdad es que voy a esperar para darle un bocado para presentar mi obra. Se puede hacer muchas variedades pero yo he decidido coger los ingredientes que tenía en la nevera. He de admitir que me ha salido un poco apretada entre tanta verdura.

El procedimiento es sencillo. Precalentamos el horno a 180 grados. Juntamos las espinacas picadas con el tomate frito en un Bol. Una vez que estén bien mezclados extendemos sobre la masa de pizza.

El siguiente paso será espolvorear el queso, a gusto de cada uno. Cortamos la cebolla en rodajas. Colocamos sobre la base de queso. Cortamos en láminas el tomate, troceamos ambos pimientos y decoramos la pizza. Añadimos un poco de sal y pimienta y la metemos en el horno.

Dejaremos que se horneé durante 15-25 min. Una vez esté lista y las verduras estén asadas, retiramos del horno y dejamos que se enfríe. Para finalizar podemos decorar (si es que nos queda espacio) con un par de aceitunas negras. En mi caso, ya que he encontrado unos buenos aguacates, he cortado uno en lámina y lo he colocado sobre la pizza ya fría.

¡Y Voilâ! ¡Qué aproveche!