¡Hola Cachorrinos!

Espero que la semana bien. Se acerca Mayo y con el muchos cambios pero sobretodo un último empujón. Eso significa que estoy a punto de acabar una etapa de mi vida muy importante. Y estaré orgullosa de compartir ese momento con vosotros, cuando llegue claro. Mientras me estoy esforzando por organizarme y mantener todo al día.

¿Visteis mi última actualización? Quién no la haya visto, os hablo de mi experiencia en Suecia, incluso os dejé un pequeño vídeo de mi viaje. De todos modos os lo dejo de nuevo por aquí: 

La receta que os traigo hoy es algo especial. Viene en un tarro pequeño pero es un gran tesoro. En mi viaje a Suecia descubrí uno de los dulces, que no es dulces, que más me enamoraron. Quizás fue por eso, porque efectivamente no es tan dulce. Cuando volví no pude resistirme a crear una pequeña reserva de este dulce para cuando me volviera la nostalgia. ¿Sabéis ya lo qué es?

Caramelo Salado

He aquí la receta, fácil, rápida y sin complicaciones:

100 gr de azúcar

150 gr de nata para montar

20 gr de mantequilla

1/4 cucharada de sal

¿Preparados? Os dije que sería sencillo. Lo más importante es tener todo ya pesado y a mano, porque todo va muy rápido. Necesitaremos una olla, con el fuego alto y añadiremos el azúcar, removiendo rápido porque empezará a derretirse.

Cundo empiece a volverse líquido, bajamos a la temperatura mínima y nunca dejamos de remover. Tiene que alcanzar un color dorado y sin grumos. Entonces añadiremos la nata, la mantequilla y sal. Y seguiremos removiendo, hasta que tenga una textura líquida y sin grumos.

Vertemos en un tarrito o salsera y ya tenemos nuestro caramelo salado para degustar. Con lo que sea, Gofres, tortitas, helado... Muesli. Lo que sea. Pero disfrutadlo. Yo lo guardo en nevera, de tal manera que queda más cremoso y no se estropea.

Consejo: Removed con energía y evitad que se quede al fondo pegado.